lunes, 6 de agosto de 2007

Un Buen Día


Abrió la ventana en la mañana de par en par, como si el mundo entero fuese a entrar por ella en cualquier momento. Respiró profundamente el aire fresco que le traía la mañana. Miró afuera buscando el nido del pitirre que había en su flamboyán azul a ver si ya habían nacido los polluelos. Todavía...

La mañana era una tranquila. Era como si el mundo se hubiese despertado solo para ella. En el cielo ya estaba el sol pero aún se podía ver la luna. Dias como ese serían un buen día. Una mariposa amarilla entró por su ventana dió una vuelta por su habitación y salió de nuevo por la ventana. Definitivamente sería un buen día. Pensó en él. Muchas veces se había jurado que no lo haría, pero cada intento era una guerra pérdida.

Desde que vió su mirada por primera vez, ella lo supo. No necesitaba conocerlo para saber que él sería su perdición. Ella lo conocía sin que él lo supiera desde hace mucho tiempo. El siempre había estado en sus sueños, en sus pensamientos... en su corazón, todo era cuestión de tiempo. Cuestión del momento correcto. Cuando vió su mirada simplemente lo supo. Ella confiaba en que él sería para ella y ella lo único que tenía que hacer era esperar y ser... Después de todo sería un buen día y aunque ella no lo quisiera pensaría mucho en él. Salió de su habitación decidida a compartir ese gran día con él.


*Imagen obtenida en http://www.artchive.com/artchive/B/bonnard.html

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