En que momento sentí que mi corazón dejó de latir, no lo sé.
Sentí que sin respiración aún tenía vida,
Que la alegría llovía sobre mí.
Aún con mis ojos cerrados solo una cosa tenía presente, tu cara.
Tu voz que vibra en mi, como si fuera sangre que corre por mis venas.
Tu voz, mi paz, mi serenidad, mi tranquilidad, mi perdición.
Que maldita esa voz.
jueves, 4 de octubre de 2007
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4 comentarios:
que intensa ~e. oye, como te fue con lo de la revalida?
Hola pErla,
Pues no se todavía nos enteraremos en noviembre por aquellod e prolongar la tortura!!!
Ajá, y yo empezando Derecho...espero que te haya ido bien.
Gracias por pasarte por La tribu y saludos.
donde estas???
Mil saludos.
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