martes, 4 de marzo de 2008

Esperaba más...

Desde pequeña me enseñaron que pensar en uno mismo era malo. Para ser bueno había que pensar en los demás y sacrificarse por los demás. Ahora de grande tengo un problema, me encuentro que a pesar que me llena de mucha satisfacción ayudar a otros, no se decir no y que en la mayoría de las situaciones pongo a otras personas antes que yo. Se me hace sumamente difícil decir no, pero he vivido tranquila porque a mi me complace y no encuentro mucho esfuerzo en el hacerle favores a otras personas y poco a poco he aprendido a pensar un poco más en mi. Lo que duele es esperar que los demás sean de la misma manera con uno mismo. Ahora de grande me ha tocado aprender a no esperar nada de los demás. Que el que yo sea de una manera no me da el derecho de esperar que los demás sean así conmigo. Uno se crea una idea de lo que es una persona con uno. Le pone el título de amigo y luego se desilusiona porque esta esperando que esa persona sea de la misma manera con uno. Pues sí, hoy estoy aquí sentada sintiendo genuino dolor porque esperaba más de cierta persona. Cierta persona que me dió a entender que podía esperar más de él. Que era diferente. Y mientras me he empujado casi obligado a creer y dar una oportunidad, hoy me encuentro que lo que dijo fue de boca nada más. Que mientras ha tenido una oportunidad de demostrarme lo grande que podía ser me ha demostrado lo contrario. Pero como me repite mi mejor amiga todos los dias, la culpa es mía por esperar de los demás. Pues sí. La culpa es mía. Pero duele mucho el esperar de una persona que uno considera tan especial. De una persona que puede contar conmigo en cuerpo y alma. Duele definitivamente, sea o no mi culpa, el quedarse esperando más...

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