Si cierro las cortinas de mi habitación es para que en la noche no me robes el suspiro de mis sueños con tu mirada a través del cristal de mi ventana. Cuando llamas y no contesto es para no darte el placer de escuchar mi tono de voz. Si me encierro en esta locura es para no brindarte el placer de mirarme y sentirte triunfante ante cualquier descuido y me robes lo poco que me queda de mí.
En la soledad camino en puntillas para no hacer ruidos en las sombras y no despertar los esqueletos de un pasado. Le grito a mis pensamientos para que hagan silencio y no te permitan saber que existen y te piensan, te comentan y te sienten aun. Pensamientos que me traicionan y aun en lo profundo de mi sueño te llaman en medio de la noche y me delatan ante ti.
Eres fantasma que recorrió por mi cuerpo dejando una estela de estrellas como polvo blanco dándole un nuevo color a mi piel. Eres agua que recorrió mis sentidos y estremeció mis desquicios y convirtió cada uno de mis gritos en miel.
Permanece en mi cabello el perfume dulce de traición que dejaron tus caricias, tus besos, tus lágrimas que sonaron a mentiras, tus palabras llanas, vacías sin sentido, sentimientos… sin letras. Palabras grandes para una boca maldita, para un ser tan efímero en mi camino que permanece como rosa marchita, condenada a permanecer en las sombras de su felicidad, felicidad falsa con alas cortadas y libertades violadas,
tu felicidad... INEXISTENTE
lunes, 16 de julio de 2007
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