lunes, 16 de julio de 2007

Tan delicada su piel,
Como un sutil suspiro.
Modelando el sencillo color de la luz del sol.
Cálida se mece en la brisa como bailando gloriosas armonías.
Hinchada de orgullo mostrando su cuerpo,
Propaga aromas a primavera,
Sosiega sed con el dulce de su néctar,
Insinuándose al viento con amarillos susurros a gritos de inocencia.
Pura yace en arrullos al pie de la falda,
Como virgen que fiel espera a su amante,
Peina sus pétalos en la tarde despidiendo el día hasta que llegue el rocío que le brinde la alegría de un nuevo día junto a su libre albedrío.

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